Gritos en silencio

Me adentro en el mar, sin temor y sin piedad, quiero navegar para poder llegar a lugares que me den la bienvenida, mi vista huye del mañana, mis manos maquinan el día a día, mis pies añoran gatear, y mi cabeza desconcertada no sabe ya que pensar.
Vivir, es un caos, y yo estoy envuelta en esa hermosa y destructiva bola que a todos nos arrastra por igual. Me siento desgastada para mí misma, pero con fuerzas para dar vida.

Todo esto que te digo no son simples palabras escritas de forma ordenada, sino que entre ellas puedes encontrar vida envuelta con un sutil papel de regalo, y una cinta que termina con un delicado lazo.

Por ello, me atrevo a decirte, si tu cielo se tiñe gris, dímelo, y yo intervendré, te puedo hablar de mi juventud , ella tan inocente, con unas simples pinceladas, puede darte un color azul, nunca podemos desistir, porque de nada sirve echar la cabeza abajo, avísame si tu cielo se tiñe de ese color, y yo te traeré a Saturno, por un instante, allí es el lugar idóneo para encontrarte a ti mismo, para poder estar en ti y vivirte, quizás sea un mundo egoísta, pero es lo que necesitamos, un poco de tiempo para nosotros mismos, las agujas no se detienen, y juegan en nuestra contra, nos desafían, así que avísame si tu cielo es una mortaja y no un manto en el que poder dibujar al son de la música pinceladas de vida, cogeré mi escalera y a tu cielo subiré, diré adiós a tu mortaja para que no te pueda ver.

Dime si el mar te persigue como un lobo feroz, intervendré. Mi cuerpo se sumerge en él y en sus más profundas entrañas hablaré de ti, hablaré de tus palabras, hablaré de tus pasos, hablaré que vuelves a sonreír. Así nada te impedirá subir a esta barca conmigo, ¿ vienes?
Sé y no dudo que te vendrá bien, te hablaría de mi, mientras las olas nos llevan a donde su antojo lo desean, te hablaré de las gaviotas que tan fieles son a mí, te hablaré de mi secreto para levantarme cada mañana, te hablaré… porque no quiero dejar de hacerlo.

Te daré en suspiros mi juventud, te daré en sorbos mi aliento si el tuyo escasea, te daré en porciones vida para los momentos de lluvia, te daré lo que necesitas.




Juntos nos encontramos en un mismo mar

Observamos, curiosos que es lo que hay más allá

Son tus manos las que aguardan mi miedo

Es tu boca la que calma mi tiempo

Callados nos miramos en un mismo camino

Brújula ausente, ven, piérdete conmigo.

Un paso al frente

Mi reloj se queda atrasado y yo lo adelanto con pasos de gigante, quiero andar tan rápido como sea posible, pero al fin del trayecto siempre encuentro el muro que para mis pies, la fortaleza que calma la impaciencia, la firmeza que apacigua mi inocencia a sorbos...

La primavera

Es un caos lo que habita dentro de mi, si alguien por pura curiosidad, se adentrara en las mas remotas entrañas que conectan con mi sentido, saldría corriendo...
Y eso es lo que hago cada día cuando me veo a mi misma, intentar salir corriendo, pero la diferencia es que yo no puedo huir de mi misma.
Saturno sigue esperandome, y yo impaciente de poder volver a ir.

Sube a lo mas alto
para asi caer en picado
y sentir que el viento te tiende la mano...

Ojos que no ven, corazón que no siente.


¿Qué será de mi, que será de ti?

Parece que fue ayer

Parece que fue ayer cuando perdíamos la cabeza en conversaciones.
Parece que fue ayer cuando más cerca te sentí.
Parece que fue ayer cuando reiamos justos.
Parece que fue ayer cuando la impotencia ganaba la partida.
Parece que fue ayer cuando me dijiste que me olvidara de ti, parece que fue ayer...

Confía en mí

Te regalo mi sonrisa. Siento que no te pierdo, siento que te tengo.

4º planta.

Aún sigo dentro de lo que creía que era un sueño, siento que no vivo mi propia vida, sigo paralizada, anestesiada, esperando a que decida despertarme.

4º planta, último pasillo, niños jugando al fútbol.



P.D: se que me lees, un promesa al viento.

Escribo para dar constancia de que sigo viva.

Es impresionante como en cuestión de segundos tu vida puede cambiar, como en cuestión de segundos puedes dar un giro de 180 grados, y ver la vida desde otra pespectiva, es impresionante el cuerpo humano, un día normal y al siguiente muriendote en una camilla.

Estoy perdida, estos últimos días de verano son tan extraños como lo es ahora tu voz para mi, no encuentro mi ubicación, ni un por qué, ni un para qué... se supone que empieza una nueva etapa en mi vida, un cambio, algo sin explorar... y yo...estoy como anestesiada, paralizada, no encuentro fluidez, no encuentro nada.

Enseñame a respirar contigo.