jueves, 2 de julio de 2009

Naufragio


Dicen que debemos estar a gusto con la vida que llevamos, que no debemos conformarnos,
pero, ¿y si tus impulsos son manos con un poema que revive el canto de cada mañana, pero que tan solo su aroma llega a ti?


Le daré a la vida una canción que hable de ti, le daré el respiro que necesita para hacerme caminar, le daré a la vida un solo de guitarra que te levante de donde estás, le daré a la vida un beso atrevido, apuesto por la verdad no por la hipocresía.

Le daré a la vida un paño húmedo para aliviar el calor, le daré el rastro de mis huellas para que no pierda el rumbo, cantaré en si bemol en la orilla de este mar en el cual quedé sin navío y sin capitán.

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