miércoles, 2 de junio de 2010

Todo viene y va.


Las nuevas tecnologías invaden nuestro día a día y hoy curiosamente, me di cuenta de cómo escasea la comunicación por carta. Nos dejamos influencias por la novedad, y queremos la máxima comodidad.
Mientras escribía hoy una carta, vi como cada palabra es un sello tuyo, como al deslizar el bolígrafo dejas parte de ti, es mas carnal, es más humano que mandar un e-mail, tecleamos botones, dejas que tus dedos se deslicen en un teclado, pero en cambio, sobre el papel te deslizas tu mismo, nadie hará como tu ninguna letra, es tu toque personal, tu esencia.
Me asusta pensar en las generaciones siguientes, ¿no tendrán ni teclado? Con tan solo pensarlo, el ordenador ya lo escribe? ¿Nos insertarán un chip en la mente? Estamos dejando de lado lo carnal.

Yo creo, que aún siento ese calor en la cercanía, ese calor en tus letras, en tus palabras y en tus pensamientos, me adentro en ti sin temor alguno, sé que soy bienvenida, sé que me cuidarás allá donde este, se que te tengo y me tienes, sé que no te olvido ni me olvidas. Mi regalo, tu sonrisa, mi te quiero siempre hoy.
Quisiera escribir en ti cada caricia que mis manos desprenden, escribir en ti los besos que mis labios ruegan cada mañana tenerte, escribir la eternidad de mi deseo, escribir la belleza de tus ojos en mi vientre, escribir tu desenfreno en mi locura, escribirte el verbo saciar una y mil veces.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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